De la tristeza

De alguna u otra forma la mayoría de mis escritos aquí realizados son inspirados por personas, amigos, familia o gente muy cercana. Veo cosas, vivo cosas que me parecen importantes y trascendentes y me pongo a escribir. Normalmente lo hago muy rápido y sin pensar demasiado, la idea viene y fluye y no es mi objetivo tener elegancia literaria (sí se nota güey). El siguiente escrito no es la excepción... al que le quede.

Creo que la tristeza es la mayor y más común enfermedad de la gente de mi edad. Le llaman depresión. Es tristeza, tristeza profunda que se genera por vacíos, vicios, miedos, remordimientos y delgadéz en la estructura espiritual (cimientos) del alma de la gente.

La competitividad nos acosa, así nos educaron, para ser mejores, el mejor. La búsqueda de amor y la desesperanza de no encontrarlo y la creencia de que éste significa sólo el matrimonio. El miedo a estar solos, la incapacidad de estar solos, de no tolerar escuchar nuestros pensamientos, de caernos mal a nosotros mismos. Necesitamos ruido, viajes, autos, alcohol, drogas y amigos que nos estimulen y nos saquen de ahí, de con nosotros mismos; aunque sea un momento, un segundo, un minuto, un año. Pero al final siempre volvemos. Dicen que es un proceso químico. Yo también lo he sentido, ese vacío incontrolable que nubla la vista, que hace ver todo mal, todo lo malo más grande y lo bueno más pequeño. El hoyo está ahí. El dark side, "the nothing" que debora todo y ni siquiera nuestro gran amigo de piedra o Falcor nos puede sacar de ahí. Se autoalimenta de nosotros y a veces hasta lo disfrutamos. La paz se vuelve un estado extraño. Es como una montaña rusa sin bajadas.  ¿Qué pedo? ¿Y la acción? Acto seguido, tristeza. Y para colmo, la depresión genera egoísmo, estamos tan metidos en nuestros exclusivos problemas que no pensamos en los demás, los dejamos de lado consciente y deliberadamente (mi problema es más grande...) y eso tampoco ayuda. No hay empatía, no hay pláticas sinceras, no se escucha, sólo se quiere ser escuchado. El alma lo percibe todo aunque nosotros no. Se marca y el hoyo se hace más grande.

No se la respuesta. No conozco la solución, los psicólogos estudian más de 4 años para eso y cobran bien, pero creo que la fé ayuda muchísimo porque una vez que la tienes (no espero que lo entiendan, yo no lo entiendo, ni lo tengo) no se va nunca, es lo único que siempre queda para reconfortarte. Nunca te defrauda, nunca falla, no es temporal, no es físico, eres tú y está en tí. Eso llena como unas buenas enchiladas de mole. (Éste ya sacó lo mocho... no me refiero exclusivamente a la Fe religiosa, ni al mole de monjita. Sigue leyendo!)

Victor Frankl habla bien de esto en su libro el Hombre en busca del Sentido (me lo regaló @huefa en la carrera, y qué regalazo que no se olvida). En el campo de concentración, que es un laboratorio macabro de desesperanza perfecta y una fábrica de "the nothing", la gente que sobrevivía no eran los más fuertes ni los más inteligentes sino los que tenían esperanza, un objetivo para mantenerse con vida, un sentido de la vida. Al final eso es fé.

No pretendo desestimar los problemas de nadie, ni nuestros momentos tristes, seguro son de campeonato, seguro tenemos problemononones gordos como taquero que vende suadero  (mi abismo es más grande que el tuyo... - ¿Ah si? pues nunca has vivido algo tan malo como yo... ¿Ah si? ¡Pues yo acabo de ir al dentista!  -¿Ah si? ¡pues yo soy Garrik! ¡Cambiadme la receta!) pero creo que la solución está en uno mismo, en dar importancia a lo de verdad importante (éxito laboral y mi ferrari rojo. ¿O están chuecos tus valores?) en tener fe, paciencia, esperanza y en luchar porque un problema  no nos afecte en un objetivo importantísimo de la existencia:

EL SER FELIZ.



Lo escribo porque he estado ahí varias veces. Hoy no, tranquilos.
FRL



Comentarios

  1. Celebro la reflexión que no falla en nada. Tienes toda la razón. Sobre todo en la cuestión de buscar un propósito o una fe auténtica. Un camino propio no establecido por un pseudo-dios religioso, laboral o yuppie. Échese, maestro, otra reflexión pronto!

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    1. Erick hermano!!! No sabes el orgullo que me da que me leas y que hagas ese tipo de comentarios. Anda uno como pavoreal. Gracias, muy afirmador. El problema es que como soy muy limitado mental y emocionalmente las ideas me llegan cada que pasa algo trascendente... Y pus chale. Salud!

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