En tu caja

Escribí esto el 27 de Marzo del 2019. Antes de que naciera Pedro. La vida me volvió a confirmar que nuestros planes y expectativas son en gran medida inútiles.




Haz un ejercicio:
Dibuja una caja y escribe ahí lo que debe ser, tus paradigmas de lo normal, lo que casi das por hecho. ¿Qué pondrías? Dependería de tu edad, momento de vida y otras cosas, en la mía iría algo más o menos así:
Casado, mi hija sana, mi hijo sano, ambos heterosexuales, estudian, no son genios, no son de bajo desempeño, hacen deporte, yo trabajo me jubilo, mi esposa está sana y me quiere, los vemos crecer, estudian una carrera y tal vez una maestría, si se puede estudian en el extranjero, mi hijo se pelea un par de veces en la escuela a diferentes edades, sólo un par, no más, a mi hija le rompen el corazón un par de veces, sólo un par, no más, lo dos encuentran a alguien bueno, se casan y vuelve a empezar.

Que estupidez. Y debo ser honesto, fluyó fácil y si no lo hubiera pensado y racionalizado esto sería mi expectativa. Lo tengo en automático, pero ¿cuáles son las posibilidades? A estas alturas no sé ni siquiera si lo que espero es correcto. ¿Qué pasa si algo sale mal o más bien, diferente? Claramente no te mueres y sigues adelante (a menos de que lo que salga mal sea un cáncer de páncreas y entonces sí, sayonara) pero ¿qué pasa si algo no tan definitivo sale diferente a tus expectativas? ¡Hay gente que se amarga para siempre! ¿Si la hija se embaraza? ¿Si resulta que no se quiere casar? ¿Si quieren estudiar una carrera técnica solamente? ¿Si su novio tiene motocicleta? ¿Si mi hijo adquiere una enfermedad venérea? ¿Si es imprudente y tiene un accidente que cambia su condición física? ¿Si la esposa se cansa? ¿Si asaltan a alguien o peor? ¿Si me voy a la quiebra y nos hacemos muy muy pobres? ¿Si mi hijo se hace musulmán? De hecho, creo que es más probable que algo de mis planes no salga como creo. Es la vida.

Creo que ése es el chiste. Resiliencia. Esta palabrita de moda que significa capacidad de adaptación es la clave de la supervivencia de las especies, quien mejor se adapte sobrevive.

Hay gente que tiene cajas muy grandes en donde caben más posibilidades "correctas" para ellos. Si te da igual que tu hijo/a sea gay, ya vas de gane a ser más feliz, si el dinero no te importa tanto, si metes más opciones a tu caja de lo "correcto  para ti" tienes más posibilidades de ser feliz.
Por otro lado hay gente que se enorgullece de ser cerrado, limitado. Que su caja es chiquita y tiene paredes fuertes y estructurales, que no son como una célula que permea por ósmosis. Creo que ellos sufren más. Son aprensivos. Muchas veces no es nuestra culpa, es la educación que nos dieron, la clara y gorda línea entre el bien y el mal, casarse por la iglesia = bueno.  Unión Libre o querer estar soltero = malo, no hay grises ni posibilidades. La vida y la experiencia me han ido borrando esas líneas.

Me parece que en general los mexicanos somos bien resilientes, a comparación de otras culturas en donde algo fuera de plan miserabiliza a sus habitantes por muy simple que sea. Por eso salimos altos en la encuesta mundial de felicidad. Admiro a esos que fluyen, que son dueños de ellos mismos y dejan ir lo que no está en sus manos.

Busco expandir mi caja todos los días, aceptar como posibles y funcionales nuevas opciones, aunque no las crea óptimas. Porque si no, la vida las va a meter a fuerza y eso puede destruirte si tu caja es chiquita. Espero ser mejor padre.

Para Pedro, te quiero como vayas a ser. Vive la vida que creas mejor mientras no lastimes a otros ni a tí mismo. Intentaré aconsejar con mi caja el deber ser, pero trataré de mantenerla  abierta a tus ideas. Nomás no la riegues con cosas de irle a las Chivas porque ahí sí ya no somos cuates.

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